El invierno en el cabello: cuidados, mitos y verdades

Artículo elaborado con la bióloga capilar Raffaella Matarazzo: Características del inverno Si bien el invierno se caracteriza esencialmente por las bajas temperaturas, otros factores climáticos como el viento, la humedad relativa del aire, los cambios bruscos de temperatura (el uso de las calefacciones y estufas…), gorros y demás, pueden afectar al cabello de manera directa al estar en contacto permanente con ellos.En general, estableceremos dos grandes tipos de climas invernales: el húmedo y el seco. En el primer tipo, la elevada concentración de agua en el aire provoca su absorción por parte del cabello, volviéndolo más elástico y permeable. Por el contrario, los climas secos, con baja humedad ambiental tienden a deshidratarlos, resecándolos, volviéndolos poco permeables.En ambos casos hay que tener en cuenta el tiempo de exposición a las inclemencias, ya que los efectos sobre el cabello son directamente proporcionales al tiempo de exposición. Esto es especialmente importante en aquellas personas que realizan deportes al aire libre durante el invierno.Otra característica a señalar durante esta estación del año es la presencia de viento, que puede ser especialmente fuerte y prolongado en determinadas regiones y cada vez más intenso en la mayoría de las zonas. Los vientos secos agravan la deshidratación del cabello y la piel. Hay que añadir la agresión de las partículas de polvo que se incrustan en la cutícula del cabello provocando lesiones como puede verse en las imágenes siguientes:Efectos del invierno sobre el cuero cabelludo Nuestro cuero cabelludo es una piel especial que rodea parte de la cabeza que alberga los folículos pilosos que fabricarán el cabello. La parte germinativa o bulbo capilar se encuentra ubicada en la parte más profunda o Corion de la dermisPor su estructura, la piel es de por sí un órgano mal conductor de la temperatura, pero la abundante red capilar de su sistema vascular dispone de un mecanismo que reacciona con extraordinaria delicadeza a los cambios de temperatura del medio externo. Por la acción del calor se dilatan los capilares, y por el frio se contraen, produciéndose una disminución del volumen sanguíneo para evitar la perdida excesiva del calor corporal.Durante el invierno, el cuero cabelludo, se encuentra a menudo expuesto a bajas temperaturas atemperadas por la masa de cabello cubriente. Sin embargo, se produce un enfriamiento de la epidermis que contraerá los vasos sanguíneos y que repercutirá en el aporte de nutrientes a las zonas germinativas. Estas zonas germinativas, reducirán el metabolismo y el cabello crecerá más lentamente en invierno. Al mismo tiempo, se reduce la actividad excretora de sudor y los poros sudoríparos se contraen, y en consecuencia se aminora el aporte de agua en superficie y el cuero cabelludo se deshidrata con facilidad.En cambio, las glándulas sebáceas se activan y el Índice de velocidad de excreción del sebo aumenta notablemente con el objetivo de protegerse de las bajas temperaturas. Este cambio en los componentes del manto hidrolipídico significará modificaciones del microbioma superficial por lo que en esta época del año son frecuentes las apariciones de descamaciones en forma de caspa y eczemas seborreicos en cueros cabelludos que tienen una predisposición a este tipo de manifestaciones de la piel.Por ello, son particularmente vulnerables al clima frío y ventoso los cueros cabelludos secos que, por falta de lubrificación, pueden presentar períodos de descamación o caspa seca.Efectos sobre el tallo Su estructura cornificada y compactada tiende a instaurar un equilibrio con las condiciones del entorno. Así, en climas húmedos o días lluviosos, los cabellos absorben agua ambiental que se coloca entre los espacios intermoleculares de las cadenas de queratina. Las fibras proteínicas aumentan de diámetro y se alargan aumentando la longitud del cabello.(nótese la diferencia de longitud entre el cabello mojado y seco).Esta es la principal causa por la que en climas muy húmedos se hace difícil mantener los cambios de forma temporales durante periodos prolongados. En el caso de los climas secos se produce el efecto contrario: los cabellos tienden perder humedad hacia el medio, con lo que se compactan las fibras y pierden flexibilidad aunque ganan dureza. Es justamente en este tipo de climas cuando se deben extremar los cuidados en el tallo, puesto que la fibra capilar requiere de un cierto grado de humedad para mantener sus propiedades de elasticidad y resistencia. Si no, se desorganizarán las fibras del córtex y la cutícula se descamará perdiendo su cohesión.Prevención y cuidados del cabello durante el invierno La estrategia para seguir durante el invierno se situará en dos frentes: el de la prevención (o cuidado del tallo preservándola de las agresiones invernales) y la estimulación (de la parte germinativa para mantener la masa capilar).Desde el punto de vista biológico, el periodo invernal es aprovechado para tomar un "respiro metabólico" antes de la renovación que tendrá lugar en los siguientes meses del año. Es un periodo necesario para " reponer fuerzas" y prepararse para la primavera. Sin embargo, en algunas ocasiones, la actividad merma demasiado y se prolonga la caída durante el invierno.En estos casos, es conveniente estimular el cuero cabelludo con preparados nutritivos a base de hidrolizados de proteínas, complejos vitamínicos, revitalizantes etc. que contribuyan a estimular la actividad celular de la matriz folicular. Debemos prestar especial atención al tallo capilar, que, al quedar expuesto a los cambios de temperatura, humedad y también a los procesos de peluquería, cosméticos, entre otros, pierde su integridad, se deshidrata, se torna áspero al tacto y pierde brillo. Es importante prevenir su deterioro. Las mascarillas protectoras, tanto con aclarado como sin él, los re-estructurantes a base de activos cubrientes evitan la degradación del mismo. No debemos olvidar la especial atención que requieren los cabellos teñidos, decolorados o con permanentes, ya que son especialmente sensibles a la deshidratación porque son más porosos y menos resistentes a los cambios climáticos.El cuidado y protección del cuero cabelludo y cabello frente a condiciones climáticas adversas, retrasa su envejecimiento, hace más rápida su renovación y luce más sano y brillante.Desenmascarando mitos y verdades Con el frío, debe protegerse el cabello con gorros. FALSOEl cabello por su función termorreguladora necesita el frio para ejercer su función Cuidado con los planchados intensos en los días de viento: CIERTOAumentan la deshidratación del tallo y por tanto su deterioro El cabello crece más lentamente en invierno: CIERTOLas bajas temperaturas ralentizan el metabolismo del cuero cabelludo En invierno hay que lavar menos el cabello: FALSOEllo solo depende del tipo de cuero cabelludo y de sus glándulas Los deportes al aire libre en invierno perjudican al cabello: FALSOYa que el cabello está preparado para hacerles frente.

El invierno en el cabello: cuidados, mitos y verdades

El cabello realiza cambios internos y el tallo establece un equilibrio con las condiciones climáticas del entorno para adaptarse a las estaciones del año

Eni Gómez

Directora Técnica y R&D en Centro de Tecnología Capilar