Las tecnologías «ómicas» emergen en cosmética

Tecnologías ómicas en belleza
Tecnologías ómicas en belleza

Con la finalización del Proyecto del Genoma Humano en el año 2003, varias tecnologías han transcendido en muchos campos de la biología. Entre ellas las tecnologías ómicas, que, junto a los progresos en bioinformática, bioestadística o biología computacional han supuesto una nueva era de tecnologías analíticas de precisión.

Esta precisión es la que encaja plenamente con la cosmética, para desarrollar y evaluar productos cada vez más eficaces, que puedan tener una capa adicional de diferenciación dentro del sector.

La gran ventaja que ofrecen las tecnologías ómicas, es la capacidad de analizar e interpretar matrices biológicas complejas, como es el caso de la piel o el cabello. En general, son un grupo de herramientas que nos permiten entender los mecanismos, sistemas y funciones que regulan los procesos biológicos. Esta agrupación de técnicas está reflejada en la propia terminología “omics” que se suele utilizar en biología molecular para describir algo a gran escala, y que está ligada al sufijo –ome (variante del griego) que significa “totalidad” o “completo”.[1]

Aunque existen muchas variantes de tecnologías ómicas, las que actualmente tienen una mayor aplicación en cosmética son la genómica, lipidómica, proteómica, transcriptómica y la metabolómica, para analizar genes, lípidos, proteínas, ARN y metabolitos respectivamente. [2] Dentro de estos grandes bloques, también estarían incluidos el análisis de péptidos, interacción de poblaciones de microbiota entre otros sistemas o biomoléculas.

Es importante destacar que estas técnicas ómicas, tienen su base en tecnologías existentes. La transcriptómica, por ejemplo, hace uso de tecnologías de microarrays, secuenciación de ARN, SAGE (serial analysis of gene expression) entre otras tecnologías, con su posterior análisis informático. En estudios de metabolómica, por ejemplo, se suele utilizar la resonancia magnética nuclear o la espectrometría de masas. [3] Es decir, combinando técnicas experimentales de alta precisión con tecnologías de integración de la información, se llega a tener una visión “ómica” más completa de una matriz biológica.

En la literatura reciente, podemos ver el potencial de detectar biomarcadores mediante estas técnicas multi-ómicas, que puede tener una gran utilidad para el sector cosmético.

En cabello, este junio de 2022 investigadores de la Beijing Technology and Business University, han detectado mediante lipidómica, biomarcadores lipídicos para analizar el proceso de envejecimiento capilar. [4] Estos lípidos, aunque sólo representan un 2% de la composición total del cabello, pueden revelar mucha información, no sólo de procesos biológicos como el envejecimiento, sino también del efecto de aplicación de determinados cosméticos.

En piel, en septiembre de 2021, L’Oréal publicó una investigación con varias técnicas ómicas para analizar el efecto de la exposición crónica a contaminación y sus consecuencias en la piel a nivel de metabolitos, microbiota, pigmentación temprana y otras imperfecciones de la piel. [5]

También se ha investigado mediante técnicas ómicas el proceso de envejecimiento. Cuando envejecemos, entre muchos otros procesos, nuestro patrón molecular cambia y puede analizarse por ejemplo a nivel genético sobre metilaciones en el ADN o mutaciones somáticas, entre otros procesos. [3] [6]

En conclusión, las «ómicas» suponen un reto para la ciencia moderna y la cosmética, ya que marcarán la diferencia en la escala y la precisión con la que se desarrollen o se evalúen los productos cosméticos en un futuro. Por este motivo, es importante seguir de cerca la evolución de estas tecnologías desde nuestro sector.

[1] Nalbantoglu, S., Karadag, A., 2019, 'Introductory Chapter: Insight into the OMICS Technologies and Molecular Medicine', in S. Nalbantoglu, H. Amri (eds.), Molecular Medicine, IntechOpen, London. 10.5772/intechopen.86450.

[2] He J, Jia Y. Application of omics technologies in dermatological research and skin management. J Cosmet Dermatol. (2021);00:1–10.

[3] Valdes A, Glass D, Spector T. Omics technologies and the study of human ageing. Nat Rev Genet 14, 601–607 (2013).

[4] Ma Y, He C. Exploration of potential lipid biomarkers for Age-Induced Hair Greying by lipidomic analyses of hair shaft roots with follicular tissue attached, J Cosmet Dermatol. (2022).

[5] Misra N, Clavaud C, Guinot F, Bourokba N, Nouveau S, Mezzache S, Palazzi P, Appenzeller BMR, Tenenhaus A, Leung MHY, Lee PKH, Bastien P, Aguilar L, Cavusoglu N. Multi-omics analysis to decipher the molecular link between chronic exposure to pollution and human skin dysfunction. Sci Rep. (2021);11(1):18302.

[6] Rutledge J, Oh H, Wyss-Coray T. Measuring biological age using omics data. Nat Rev Genet (2022).

Sobre el autor
Patricia Gisbert

Patricia Gisbert Quilis, PhD.

Innovation Manager en Beauty Cluster

Actualmente Innovation Manager del Beauty Cluster. Doctora en nanotecnología (2018) por la la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, dentro del programa de doctorado de nancociencia, materiales e ingeniería química. Máster internacional en fotónica (2015), en el marco Erasmus Mundus (Surface, Electro, Radiation and Photochemistry) por la Universidad de Paris-Sud en Francia y la Universidad Adam Mickiewicz de Poznań en Polonia. Licenciada en Química por la Universitat de València (2013), con trabajo final de investigación en la Universidad Leibniz de Hannover en Alemania.
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