'Beauty freaks' por el mundo: Marrakech

Itinerario de belleza: primera parada, Marrakech (Marruecos)

20 de Diciembre de 2022
Guardar
Aceite de argán. Fuente: hogarmania
Aceite de argán. Fuente: hogarmania

Para los amantes de la cosmética (como yo) y apasionados de la perfumería, Marruecos, es uno de los destinos ideales para disfrutar, aprender e inspirarse sobre su cultura y tradiciones.

Mi primer día consistió en visitar de manera intensa la medina de Marrakech. Paseando por las calles, me percaté de que abundaban unos establecimientos, conocidos como herboristerías, donde vendían un gran abanico de especies, plantas, ambientación, pigmentos, cosmética y maquillaje de origen natural y en la mayoría de los casos a granel. Os puedo asegurar que estas tiendas eran un auténtico arcoíris de colores. Lo más curioso es que este negocio realmente estaba montado como un atractivo turístico y al final me dejé llevar por un vendedor muy amable que nos ofreció el típico té marroquí, mientras nos explicaba todo el surtido de productos que tenían.

Yo, como una niña pequeña con zapatos nuevos, me quedé embobada con la variedad de colores tan alegres y vivos y por las ganas de descubrir productos que nunca había visto. Por ejemplo, el Aker Fassi, una pieza de barro usada como pintalabios a base de extracto de amapola y granada con la forma de la tapa del tajine, utilizado tradicionalmente por las mujeres bereberes para maquillarse los labios y las mejillas. Basta con mojar el barro para que aparezca el pigmento y se pueda emplear directamente en el rostro.

Aker fassi

Aker fassi

Me fascinó también la gran variedad de perfumes sólidos para ambientación, principalmente, a base de naranja, ámbar, musk, entre otras esencias. En un quemador de esencias de cerámica, se añade la mezcla de un trocito del perfume sólido con agua formando una pasta. Abajo se enciende la vela y con el calor se va desprendiendo la esencia del perfume por toda la estancia, tal y como lo tienen en los riads.

El segundo día lo dedicamos a visitar los 5 valles del Atlas (Ourika, Oukaimeden, Asni, Sidi Fares y Tahnouat). Allí, pudimos conocer una asociación de mujeres bereberes que fabrican el famosísimo aceite de argán de forma tradicional. Había una mujer que era la responsable de explicarnos tanto el proceso de obtención del aceite, y también nos mostró el catálogo de productos, desde jabón negro, utilizado para exfoliar la piel, hasta esencias para el cuero cabelludo y cremas a base de colágeno y argán para reafirmar el rostro. Además, había una mujer nonagenaria moliendo las semillas del argán encargada también de trasladar todo el conocimiento a las nuevas generaciones de mujeres sobre sus tradiciones. Durante la visita, nos dieron a probar una miel de las flores del argán, aceite de argán comestible y una manteca de cacahuete con argán, para mostrarnos presentarnos que el argán también se emplea en alimentación.

El tercer día nos desplazamos hasta Essaouria durante el día, y, de camino, pudimos contemplar los bosques de la Argania spinosa, autóctonos de la zona. En algunos árboles observamos cabras subidas a las ramas como si fuesen estatuas. Es cierto que las cabras suelen subir al árbol del argán para poder comer la cáscara del fruto, pero estas únicamente lo hacen los meses de junio y julio, cuando sale el fruto. El resto de los meses, realmente se trata de un montaje para que los turistas podamos verlo, hacer fotos y poder cobrar por ello. También visitamos otra asociación de mujeres, un poco más grande y modernizada que la del día anterior. El estilo de visita era muy similar, pero la chica que nos dio la explicación describió con más detalle el proceso de obtención del aceite de argán.

Las mujeres recolectan el fruto en junio y julio antes de que las cabras se coman la cáscara y escupan las semillas. Pese a que la semilla es la parte que realmente se utiliza, las cabras la que escupen y adquieren un olor muy intenso y desagradable. Tras la recoleta, almacenan todos los frutos para que el resto del año puedan seguir con el proceso de fabricación, en el que se separa la cáscara y se muele la semilla con un molinillo manual. El líquido que se obtiene se mezcla con agua hirviendo, dejándolo reposar durante 3-4h hasta formar una pasta. Esta pasta se va moldeando y presionando con las manos para extraer el aceite de argán. Aparte de ser un proceso manual y tradicional, aprovechan todos los residuos que se van generando, como por ejemplo la cascara para alimentar a las cabras y el resto de la pasta se emplea para la fabricación de jabón negro. Para conseguir 1L de aceite de argán se necesitan 4,5Kg de semillas, las cuales se obtienen de 80Kg de frutos de la Argania spinosa

cabras subidas a las ramas de argan

Cabras subidas a las ramas de argán

El aceite de cactus es otro ingrediente marroquí, no tan reconocido, pero también con propiedades despigmentantes y cicatrizantes. Su elevado precio se debe principalmente a que se necesitan 2 toneladas de semillas de cactus para poder obtener 1L de aceite. 

Finalmente, en mi último día en Marrakech, quise concluirlo con la experiencia del hammam. Los baños árabes o hammam son un baño tradicional que se basa en la limpieza y exfoliación de la piel con el fin de limpiar tanto el cuerpo como el alma. Suele ser un ritual largo que se divide en varios pasos, en el que una persona te enjabona, te exfolia y, seguidamente, te aplica una mascarilla o arcilla calmante, en un ambiente con vapor. El jabón negro es el producto estrella durante el hammam, ya que actúa como una mascarilla limpiadora que se deja actuar y tras retirarse, una persona te frota enérgicamente con un guante de kessa por el cuerpo para retirar toda la piel muerta.

Espero que esta otra visión de Marruecos te haya llamado la atención tanto si has tenido la oportunidad de visitarlo como no. Al fin y al cabo, conocer de cerca otras culturas, no solo te enriquece, sino que también te muestra otros enfoques o formas de trabajar y pueden llegar a servir como inspiración en algún momento dado.

Tras esta primera edición más lúdica sobre la cosmética os animo a escribir vuestras experiencias en otras ciudades o países para podernos enriquecer todos juntos. 

Sobre el autor
Marisa Ferré Rastrollo

Marisa Ferré Rastrollo

Farmacéutica

Graduada en Farmacia por IQS-Blanquerna (Universidad Ramón Llull). Apasionada de la cosmética le ha movido a especializarse con un Máster de Cosmética y Dermofarmacia de la Universidad de Barcelona. Actualmente, es Innovation Specialist del Beauty Cluster, dónde ha participado en el desarrollo de congresos y jornadas técnicas como el 7th Beauty Innovation Days y el IV Barcelona Perfumery Congress. Además, es farmacéutica responsable de la dermofarmacia en la oficina de farmacia, que le permite estar en contacto directo con las necesidades del consumidor.
Ver todos los artículos