La Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) del Reino Unido ha decidido cerrar la investigación en curso sobre las afirmaciones ecológicas de Unilever en algunos de sus productos, como los populares Dove y Lynx. La investigación, iniciada para evaluar la veracidad de las afirmaciones ambientales de la empresa, concluyó tras determinar que Unilever ha realizado modificaciones suficientes en su empaque para reducir su apariencia "verde".
De acuerdo con un informe publicado por el Financial Times, Unilever ha eliminado varios de los logotipos e imágenes en sus envases que podrían haber dado una impresión exagerada sobre el impacto ambiental positivo de sus productos. Estas modificaciones fueron consideradas por la CMA como una respuesta favorable a sus preocupaciones iniciales.
La CMA explicó en un comunicado que ha observado "cambios positivos" en las afirmaciones ambientales de las empresas del sector de bienes de consumo rápido, sector en el cual opera Unilever. Según el regulador, estas adaptaciones reflejan el impacto de sus esfuerzos en promover una comunicación honesta y responsable sobre los beneficios ecológicos de los productos.
“Dada la adopción de estos cambios y el impacto continuo del trabajo de la CMA, hemos decidido, como una prioridad administrativa, cerrar esta investigación”, declaró la autoridad británica.
Unilever, por su parte, ha reiterado su compromiso de alinear sus prácticas de marketing con las normativas y estándares de transparencia ambiental, en un momento en que las regulaciones para evitar el greenwashing se han vuelto cada vez más estrictas. La CMA ha dejado claro que, a pesar del cierre de esta investigación, continuará monitoreando de cerca a las empresas del sector para asegurar que las afirmaciones ambientales sean precisas y verificables.