BASF ha presentado hoy sus resultados del tercer trimestre. En línea a lo que adelantaron sus analistas el pasado ante las cifras reportadas en el segundo trimestre, este no ha sido un buen año en general para todas las divisiones que forman parte la compañía química alemana.
Durante estos primeros nueve meses, BASF ha registrado un beneficio neto de 1.812 millones de euros, un 57% menos respecto al mismo ejercicio del año anterior. Esto supone que la compañía alemana ha sufrido unas pérdidas netas de 249 millones de euros. En el mismo período del año pasado, la compañía logró unos beneficios de 909 millones de euros.
El área de 'Chemicals' ha sido una de las más afectadas a causa de un descenso de la demanda, reduciendo su facturación a un total de 2.430 millones de euros. Como ha indicado la compañía a través de un comunicado de prensa, los ingresos trimestrales del grupo han caído hasta un 28,3%, lo que se traduce en más de 15.000 millones de euros.
La rama de 'Nutrition & Care' también ha reducido su aportación al grupo, quedándose únicamente en 1.688 millones de euros, un 20,5% menos que en el mismo periodo de 2022.
Martin Brudermüller, consejero delegado del grupo, ha explicado que espera que la cifra de beneficios antes de impuestos para este cierre de año sea aún menor que lo previsto en las estimaciones realizadas por los analistas del grupo. Entonces, anunciaron que las ventas del grupo rondarían entre los 73.000 y los 76.000 millones de euros.
El pasado mes de julio, BASF se vio obligado a reducir sus previsiones tras unas previsiones y una caída de ventas en el último trimestre. En el séptimo mes del año, la compañía alemana reportó una caída de un 76% de su beneficio en la primera mitad de 2023. Al igual que en este trimestre, entonces, se achacó a una caída en el volumen de ventas, aunque esperaban que en los próximos meses este comportamiento se corrigiese.