Cristina Martín Frutos

Desinformación cosmética: la cara menos amable de las tendencias virales

09 de Agosto de 2023
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No pasa un día -tal vez ni siquiera una hora del día- en el que alguna red social nos desvele un nuevo truco de belleza. Un ingrediente milagroso. Una rutina definitiva para acabar con las manchas o los granos más inoportunos. El problema es que la mayor parte de esos ‘hacks’ o descubrimientos son de una más que dudosa fiabilidad. Son un perfecto ejemplo de cómo la desinformación cosmética (del mismo modo que la política o la social) nos acecha detrás de cada pantalla. Pensemos que pasamos frente al móvil un tercio del tiempo que estamos despiertos[i]. Eso son ¡Casi cinco horas al día! Si a ello le sumamos que las redes sociales son el principal medio de difusión de bulos y desinformaciones, el cóctel molotov está servido.

A veces, las soluciones beauty más virales son tan disparatadas como utilizar la sangre menstrual para hacer una mascarilla facial[ii]. Pero, otras, por desgracia la mayoría, no despiertan nuestro radar ‘anti fake news’ tan rápidamente. De hecho, existen datos que indican que casi todos nosotros -uno de los últimos estudios apunta al 72% de los españoles[iii]- nos hemos creído en alguna ocasión algún contenido falso.

Ni frívolo ni inocuo

Hace poco, la periodista Marta Isern (@emeisern) -muy interesante como divulgadora cosmética, por cierto-, explicaba en su perfil de Instagram el peligro de aplicarse a la ligera un medicamento como el ácido retinoico. Al parecer, que alguien como Hailey Bieber, con casi 50 millones de seguidores, contara en sus redes que se aplicaba tretinoína como parte de su rutina de cuidado facial provocó que muchas personas siguieran su ejemplo. El problema, como bien cuenta Isern[iv], es que este producto, que en Estados Unidos no necesita de prescripción médica, aquí sí está considerado como medicamento. Si se aplica sin acompañarlo de una estricta rutina de fotoprotección puede provocar manchas, quemaduras, dermatitis… Algo que muchos usuarios están compartiendo ahora en sus redes.

Otro ejemplo reciente y de gran difusión es todo lo que tiene que ver con los filtros de protección solar[i]. Las narrativas desinformadoras sobre este tipo de cosméticos son cada vez más frecuentes[ii]: que si los filtros químicos pueden provocar algunos tipos de cáncer; que si usar fotoprotector está relacionado con el déficit de vitamina D; que la alimentación puede prevenir de las quemaduras solares… El problema aquí es que ya no solo jugamos con la imagen, sino también con la salud. No olvidemos que la incidencia de cáncer de piel ha aumentado un 40% desde 2019 y que en España se diagnostican más de 78.000 nuevos casos cada año[iii]. Sin embargo, no es de extrañar que las fake news se ceben con los temas relacionados con ciencia y salud. Recordemos el tsunami de bulos que se desataron coincidiendo con la pandemia por coronavirus: desde que llevar crema o maquillaje podía favorecer el contagio hasta otros, mortales para muchas personas, como que beber alcohol puro podía evitar la covid, algo que desembocó en hasta más de 1.000 fallecidos. En fin, que hablamos de belleza y cosméticos, sí, pero sin duda, los riesgos que entraña la desinformación en cualquier tipo de sector no son tan inocuos como podamos pensar. [iv]

¿Se puede combatir la desinformación?

La clave es, por supuesto, detectar esos bulos. No caer en ellos. No difundirlos. Es más, el usuario de redes sociales debe ponerse en modo alerta cada vez que recibe una supuesta información por whatsapp, TikTok o Instagram. Es fundamental preguntarse quién lo cuenta. Por mucho que un tiktoker tenga millones de seguidores no tiene por qué ser fiable. Frente a ellos, existen divulgadores científicos, expertos en dermocosmética o farmacéuticos que, también desde las rrss, muestran una información completa y con fundamento. Las verificadoras son otro gran canal para comprobar -o denunciar- si algo es o no cierto: Maldita.es; Newtral; InfoVeritas…

Y, por supuesto, también tenemos mucho por hacer los periodistas. Me incluyo y hago una reflexión: Sería estupendo poder huir de los clickbaits y los titulares tipo “el último truco de TikTok que promete una piel perfecta”. Contrastar con expertos e ir más allá de los segundos que dura un reel es un buen principio para evitar la difusión de los bulos.

Por último, no quiero terminar sin hablar de la educación. Cuando escribí el libro Fake News; guía para sobrevivir a los bulos (Conciencia Editorial)[v], junto a mi compañera Carla Pina, ambas comprobamos que todos los grandes expertos en desinformación insistían en un mismo aspecto: formar a las nuevas generaciones. Enseñarles a usar las redes sociales con criterio. A distinguir lo real de lo que no lo es. En definitiva, a no creer lo primero que aparece en su pantalla por mucho que les prometa la eterna juventud.

 

Bibliografía:

[i] https://maldita.es/malditaciencia/20230724/narrativas-desinformadoras-crema-solar-cancer-vitamina-d/

[ii] https://www.beautymed.es/sol-fake-news-vs-informacion-real-19259.php

[iii] https://aedv.fundacionpielsana.es/prevencion/la-fundacion-piel-sana-presenta-la-campana-euromelanoma-2023/

[iv] https://www.dazeddigital.com/beauty/article/56553/1/why-is-there-so-much-fake-news-on-beauty-tiktok-influencers-dangerous

[v] https://www.amazon.es/Fake-News-sobrevivir-bulos-desinformaci%C3%B3n/dp/8412224205

[i] https://compromiso.atresmedia.com/levanta-la-cabeza/actualidad/estamos-movil-tercio-tiempo-que-pasamos-despiertos_2022011761e5405b04912a0001d28d71.html

[ii] https://healthnews.com/beauty/skin-care/is-period-blood-good-for-skin-care/

[iii] https://dircomfidencial.com/medios/el-721-de-los-espanoles-reconoce-haberse-creido-alguna-vez-un-contenido-falso-20220614-0402/

[iv] https://www.instagram.com/p/CvNXI4Yo9x3/?hl=es

Sobre el autor
Cristina Martín Frutos

Cristina Martín Frutos

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, lleva desde 2011 trabajando con publicaciones de Lifestyle. Tras ser redactora en 'Fuera de Serie' y en 'Yo Dona', medio en el que se especializó en Belleza, saltó al mundo freelance en 2019. Desde entonces, colabora con diversos medios (Woman.es; Welife; Harper's Bazaar; Belleza Solidaria; Vanitatis, Telva...), así como con departamentos de branded content y consultoras. Es co-autora del libro Fake News, Guía para sobrevivir a los bulos (Conciencia editorial) y ha participado en la obra colectiva Japón, el archipiélago de la cultura con el capítulo La belleza en Japón. En 2022 recibió el I Premio Periodismo de la Industria Cosmética, de Stanpa, en la categoría Sostenibilidad.
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