Ya ni recuerdo la primera vez que oí/leí este claim, pero te confieso que me crispa bastante (no lo negaré). Primero, porque es una mentira de las gordas, y segundo, porque como química me parte el alma. Y, además, ¿sabes qué da más grima? Que esto ya no es solo un problema que atañe únicamente a la cosmética. Es una plaga que afecta a otros sectores, como los productos del hogar, los alimentos, los productos textiles, etc.
Sinceramente, estoy muy cansada de tanto engaño basado en el miedo, cuyo único fin es vender más ¿La consecuencia? Quimifobia, personas que temen a la palabra “química”. Pero, en fin, que si me acompañas, hoy te contaré una historia de cosmética real. Una en la que reina la transparencia, la veracidad y sobre todo la honestidad (o MONestidad, como la llamo yo).
¿Te vienes?
Empecemos por el principio, ¿qué quieren decir con cosméticos sin químicos? Pues la verdad, no sé qué decirte, no lo entiendo. O yo me he perdido algo, o hay alguien que no entendió los conceptos básicos de la química. Venga, ¡bromas aparte! Esta es, para mí, una de las reivindicaciones más absurda, irreal y despectiva de las que circulan por estos lares. Para más inri, ¡está prohibida por los reglamentos 1223/2009 y 655/2013! Y, lo que no me entra en la sesera es que, aun estando prohibido, pueda utilizarse libremente y sin ninguna consecuencia. De verdad, que no lo entiendo.
¿Tan complicado es hacerlo bien? ¿Dónde más lo tienen que prohibir para que se deje de utilizar? Y mi pregunta favorita ¿cómo alguien puede afirmar que su cosmético no llevquímicos y seguir durmiendo como si nada? Lo siento, pero ya no me aguanto más, lo tengo que decir: TODO ES QUÍMICA. Así que, un cosmético sin químicos es ¡imposible! Y lo es, porque sin ella nada de lo que conocemos existiría, porque está presente en todo lo que hacemos, tocamos, vemos y olemos.
Sinceramente, que en el siglo XXI se siga promoviendo la idea de que la química son fábricas que contaminan y sustancias tóxicas, me parece muy corta de miras (con perdón). Pero yo sigo a lo mío… Las personas, una planta, un árbol, el móvil, un simple olor, los cosméticos (naturales, sintéticos, veganos o cualquiera de sus variaciones) … TODO, insisto, TODO puede reducirse a moléculas, y por ende a átomos.
Pero vayamos un poco más allá, porque se ha creado una idea generalizada en el consumidor de que la cosmética de origen sintético es química y la natural no. Y que, además, por ser natural es más segura e inocua. Mmmm, déjame que respire y lo suelto, ¿Qué pasa? ¿Que en la naturaleza no se producen reacciones? ¿A caso no hay ingredientes sintetizados en cosméticos naturales? Y ¿realmente es más seguro un cosmético solo por ser natural?
Mira, vamos por partes. Al respirar, al hacer la digestión, al curarse una herida o incluso al pensar o al enamorarse, se producen reacciones. Cuando una flor hace la fotosíntesis, una abeja fabrica miel o una estructura metálica se oxida, se están produciendo reacciones. O ¿de verdad no creeremos que los tensioactivos crecen en los árboles? Pues juraría que no, que más bien crecen en laboratorios y fábricas.Así que, si esto no es química, ¡apaga y vámonos!
Y lo siento, considero necesario decirlo: natural no es sinónimo de seguro, ni de inocuo. Existen venenos muy naturales, y sí, también los hay de sintéticos. E insisto, en ambos casos, son química. ¡Ah!, déjame añadir algo más. Todo cosmético es (y debe ser) seguro. Porque la seguridad no depende de la etiqueta que lleve, sino del conjunto. ¡Fin!
Así que lo diré alto y claro: todo es química, y la cosmética también. Y da igual si es natural o sintética, tradicional o bio, vegana o no… Todos sus ingredientes, independientemente de su origen, se pueden reducir a moléculas o conjuntos de moléculas. Y eso, sí o sí, es química.
¡Basta de demonizar esta palabra! ¡Basta de usar este claim, que solo crea miedos irreales en los consumidores! La dirección está clara: la transparencia, la veracidad y los argumentos científicos, van por delante. Para que, por fin, las personas puedan elegir libremente. Sin coacciones y sin miedos.
Yo, voto por hacerlo bien. ¿Y tú?