Desde hace un tiempo, existe una profunda preocupación sobre la sostenibilidad y hay una tendencia en auge hacia crear cosmética sostenible, de origen natural e incluso ecológica. Existe, desde hace muchos años, una preferencia en el mercado por ingredientes mas verdes, menos sintéticos, incluso dejando a un lado algunos ingredientes que pueden alterar el medio ambiente, perjudicando a nuestros mares y océanos.
Esta tendencia es conocedora por las marcas, que saben que el consumidor de hoy ha cambiado, y las marcas dan un giro a sus formulaciones incluso a sus packaging para conseguir tener un producto mas natural y mas sostenible. Se ha invertido muchísimo tanto en industria de la materia prima como del packaging buscando alternativas mas verdes a ingredientes como polímeros cuyo origen provenia del plástico o envases reciclados; también las marcas han hecho una reinvención de sus fórmulas, incorporando las novedades mas verdes de la industria.
Pero, también existen marcas que, aprovechando esta tendencia, le dan una vuelta solo a su imagen, haciendo un greenwashing.
Greenwashing
Con este término nos referimos a una táctica algo engañosa por parte de las marcas para dar una imagen de ser mas sostenibles y de contener fórmulas naturales, para que el consumidor final crea que también esa marca ha invertido tiempo y dinero en mejorar su sostenibilidad, pero realmente no es así del todo.
Es por eso que existen diferentes tácticas de greenwashing en la industria que os queremos enseñar para que el consumidor sepa donde le han “dado gato por liebre”:
- Claims “mal usados”: desgraciadamente, en la legislación que aplica a los productos cosméticos no existe un término que defina que es un cosmético natural o cosmético ecológico. Estas definiciones sí las encontramos claras en las normativas que acompañan a las certificadoras. Es por eso que muchas marcas conocen este vacío legal, para añadir al packaging las terminaciones natural o ecológico.
Otra estrategia es añadir algún ingrediente natural, pero minoritario en fórmula, y en el packaging, de manera muy visible, demostrar que contiene ingredientes naturales. El consumidor final, que no conoce bien cómo leer los etiquetados y menos los listados de ingredientes, cree que la mayoría del producto contiene estos ingredientes y así parecer mas natural. - Packaging: otra estrategia muy seguida es usar unos envases que, visualmente dan a entender que el producto es muy natural, pero la fórmula deja mucho que desear, conteniendo ingredientes poco sostenibles. Es por ejemplo, el uso de packaging de plástico, a veces incluso no reciclable, pero adornado con tapones de bambú o madera, para que el consumidor piense que todo el producto en sí es natural.
- Etiquetado con imágenes engañosas: otras marcas incluso hacen un greenwashing algo mas disimulado, poniendo en el etiquetado imágenes de plantas, frutas o elementos naturales porque, quizá, estén presentes en la formulación final. Pero, al analizar mejor la formulación, o bien no lo encontramos o bien está de manera minoritaria.
Estrategias para evitar que te engañen con el greenwashing
- Si realmente lo que buscas es cosmética ecológica, porque estás realmente concienciado con el origen de los ingredientes, lo mejor es que te decantes por los cosméticos certificados, es decir, una empresa privada, que en su normativa propia si ha definido los términos natural o ecológico, verifica y, por tanto, certifica que ese cosmético es natural y ecológico. Las certificadoras más conocidas son aquellas que siguen la norma COSMOS, bioinspecta o ACENE.
- La opción 1 es muy válida, pero desgraciadamente no todas las marcas se pueden permitir certificarse porque, como hemos comentado, son empresas privadas y algunas tienen unas tarifas inalcanzables. Es por eso que existen otras normas, como la iso 16128 que permiten el cálculo del % de ingredientes de origen natural o naturales de la fórmula. Son normas estandarizadas, es decir, todo el mundo tiene la misma manera de calcular estos porcentajes. Además, algunos verás que te indican que han seguido esta ISO porque se puede indicar en el packaging.
- Si ninguna de estas opciones se cumple en el producto que tienes en tus manos, la tercera opción es ser capaz de interpretar el listado de ingredientes. Tranquilo, no hace falta que estudies un máster para ello: si en el listado de ingredientes aparecen algunos como las siliconas (lo veras con terminaciones como -methicone o -siloxane) o ingredientes como aceites minerales (paraffinum o mineral oil). Estos son dos ingredientes que en cosmética natural no se permiten de ninguna manera.
Sabiendo qué es el greenwashing y conociendo cómo reconocerlo, hace que las compras de tus productos de tu rutina cosmética se alineen y estén en consonancia con tu estilo de vida y tu concienciación por un mundo mas sostenible y un consumo mas natural.