Germán Castillo

Del origen de la lavanda al Pacto Verde Europeo

Co-fundador en Kemchain
29 de Septiembre de 2022
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Como liderar la transición medioambiental mundial de neutralidad en 2050 con la que esta cayendo… Eso es lo que pretende Europa con el famoso y aún desconocido futuro incierto que plantea el Pacto Verde.

Para ir un poco más en detalle, y aunque quizás ya sabéis, el Parlamento de la Unión Europea (UE) en noviembre de 2019 declaró la emergencia climática y lanzó la hoja de ruta y gran ambición del “Pacto Verde Europeo” para que Europa se convierta en un continente neutral en el 2050. Los grandes ejes que abarca son: clima, energía, transporte, agricultura, medio ambiente, industria, investigación e innovación… En este proceso tan integral y en tan pocas palabras se esconden retos e inquietudes aglutinados en una revisión total de los fundamentos regulatorios conocidos hasta el día de hoy, que afectará a nuestra forma de vida de maneras inimaginable. Por no hablar de la inteligencia artificial, pero eso da para muchos artículos de opinión, tantos o más como el Pacto Verde.

Hoy solamente vamos a hablar de la relación del “Pacto Verde Europeo” y lo que supone para la lavanda. Dentro del sector industrial y enmarcado en el “Pacto Verde Europeo” para ser circular, sostenible, libre de contaminación y climáticamente neutro en 2050, las sustancias y productos químicos resultan esenciales ya que forman parte de prácticamente todas las cadenas de valor de los productos y aplicaciones necesarias para garantizar nuestro bienestar y calidad de vida actuales. La Estrategia de Sostenibilidad para las Sustancias Químicas (CSS, por sus siglas en inglés) es parte del Pacto Verde Europeo con el objetivo de contaminación cero.

Por contaminación cero se entiende medioambiente y salud humana. Y la intención es que los productos puedan continuar siendo seguros y sostenibles. Y os preguntareis que tiene que ver la Estrategia de Sostenibilidad para las Sustancias Químicas con la lavanda. Pues mucho.

Todos conocéis el olor de la lavanda, y quizás conocéis algunas de sus propiedades antinflamatorias, cicatrizantes, antisépticas o relajantes según sabiduría ancestral. Pero lo que quizás no sabéis, es que ese olor es una compleja mezcla de sustancias químicas que se producen en la naturaleza y las cuales se obtienen por destilación.

Para 2006 llegó el cambio regulatorio que le denominaron REACH (Registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas, por sus siglas en inglés), y con él, el aceite esencial de lavanda, y todo el resto de los aceites esenciales, se considera sustancia natural compleja (NCS, por sus siglas en inglés). Y así fue como con el Reglamento REACH, los aceites esenciales durante la última década se han tenido que registrar. Y, por tanto, crear un dossier mediante ensayos científicos para definir sus propiedades toxicológicas, ecotoxicológicas para la salud humana y medioambiente si se fabrican o importan en más de una tonelada al año. Esto ha significado una gran inversión económica y de esfuerzo por parte de la industria.

Por si esto era poco, ahora con la nueva CSS que plantea el Pacto Verde Europeo, y la revisión del Reglamento CLP (clasificación, etiquetado y envase, por sus siglas en inglés) está en discusión la validez de esos dosieres REACH. Entrando en detalle, se quiere priorizar la clasificación de los aceites esenciales según el registro REACH por los componentes que constituyen el aceite. Propuesta que se recoge como MOCS (más de una sustancia constituyente, por sus siglas en inglés), y a pesar de que haya ensayos científicos del propio aceite esencial. Explicado de otra manera, esta clasificación se basaría en un cálculo teórico mediante límites de concentración genéricos sobre los componentes del aceite, incluso si los estudios científicos en los aceites esenciales muestran que dicha clasificación no está justificada. Además, esta propuesta iría en contra de los principios estipulados por la ONU: “Los datos de pruebas o ensayos tienen prioridad sobre el valor de corte/límite de concentración”.

El caso de los aceites esenciales solamente es un pequeño grano de arena en el desierto. Aún está por discernir el resto de las propuestas y consecuencias, como por ejemplo las nuevas clasificaciones de peligros como los disruptores endocrinos, la posible prohibición de microplásticos, el criterio una sustancia - una evaluación, el concepto de esencialidad, la agrupación de sustancias para su restricción, los factores de evaluación de mezclas, entre muchos otros.

CEFIC (Consejo Europeo de Federaciones de la Industria Química) ha realizado el “Análisis económico de los impactos de la Estrategia de Sostenibilidad para las Sustancias Químicas” con las posibles repercusiones que puede tener en la industria química los cambios propuestos en el Reglamento CLP y Enfoque General del Riesgo (GRA, de sus siglas en inglés), dos de los muchos cambios generales que propone la CSS. A modo de resumen, las empresas químicas de la UE perderán entre 47.000 y 81.000 millones de euros al año entre 2023 y 2040, equivalente a una reducción de entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales del PIB de la UE-27. Esto puede llevar a la pérdida de más de 124.000 puestos de trabajo para 2040.

Y si habéis llegado hasta aquí vuestra lectura, ahora es donde me planteo las grandes inquietudes que me provoca el Pacto Verde Europeo: una revisión disruptiva de múltiples reglamentos europeos, de una manera tan apresurada y que afectará a la industria, a la sociedad, y a la competitividad de Europa a nivel mundial con la que está cayendo en el ciclo económico actual. Pero sin olvidar lo importante, seremos sostenibles o no seremos, y hay esta la grandeza de Europa, liderando la sostenibilidad para el bienestar de las futuras generaciones y el planeta.

Sobre el autor
Germán Castillo

Germán Castillo

Co-fundador en Kemchain

En los últimos 16 años relacionado con el mundo de las fragancias, los aromas y el mundo regulatory, ahora como Secretario Ejecutivo de la Asociación Española de Fragancias y Aromas Alimentarios (AEFAA), y cofundador de Kemchain.com, proyecto de Inteligencia Artificial y Robótica de Procesos Automatizados para la gestión documental técnica de proveedores. Y un apasionado de la tecnología, la inteligencia artificial y la sostenibilidad.
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