Listas de rutinas “saludables” o los mal llamados “propósitos” de principio de año

Culturas saludables no basadas en listas de rutinas “saludables”

10 de Febrero de 2023
Estilo de vida saludable

No sé a ti, pero a mí esto de las listas de hábitos y rutinas para una vida más saludable y más efectiva a la larga me llegó a parecer que es como un volcado de propuestas donde cada especialista, coach, mentor, psicólogo, doctor, etc. Ponen su granito de arena y al final tenemos un gran camión cargado de arena.

Tanta arena que se acaba derramando en forma de ansiedad en nuestras agendas y creando la pesada sensación de que ni dedicando todo el tiempo disponible exclusivamente a nosotros mismos tendríamos tiempo suficiente de hacerlas todas.

Un brevísimo decálogo a modo de ejemplo de estas rutinas que nos aconsejan para una vida feliz y saludable:

  • Rutina de escribir un diario
  • Espacios de silencio
  • Yoga por la mañana
  • Meditación, unos 15-20 minutos
  • 3 piezas de fruta al día
  • Desarrollar una rutina del sueño
  • Espacios de tiempo sin teléfono ni ordenador
  • Listas de reproducción Spotify de 120 minutos
  • Escucha un podcast camino del trabajo
  • Colorea un libro o un mandala
  • 30 minutos de ejercicio diario
  • Comida sana y pausada

Y la última tendencia es hablar de hacer tablas de ejercicio físico muy intenso concentradas en 2 minutos, que dicen que es igual de efectivo que hacerlo más pausadamente durante 60 minutos.

Encadenando todas estas rutinas sumarían aproximadamente las 8 horas diarias que no son ni de trabajo ni de sueño.

Las 8 horas que supuestamente disponemos para asuntos personales, sociales, logísticos, comida, ocio y transporte. Ahora, con el teletrabajo, para algunos o bastantes el transporte es menos tiempo, pero no hay que olvidar a los que siguen haciendo viajes “relámpago” de ida y vuelta el mismo día y que acaban reduciendo su jornada a trabajo +tiempo de desplazamiento + dormir.

Sin olvidar que además existen una mayoría de casos en los que en “asuntos personales“ hay que incluir el tiempo dedicado a personas de la familia y  que no debe ser  sólo de calidad, sino también en una mínima cantidad.

Casos tales como:

  - Los que tenemos padres ya muy mayores que requieren cuidados o ayuda en trámites de su vida diaria.

  - Los que tenemos hijos que acompañar a extraescolares y dedicarles un tiempo personalizado.

Como la mayoría, acabé por olvidarme de todo esto y por seleccionar una o dos rutinas o hábitos. Eso sí, intentarlas mantener mediante una práctica sostenida y ya es un éxito increíble si hay una de ellas que seguimos practicando a la larga.

Fue hace tiempo que hablando con gerentes de empresas surgió la idea de que lo óptimo 100% es cuando podemos integrar alguna de estas prácticas o algunas otras parecidas en nuestros trabajos, mientras hacemos el trabajo.

Por ejemplo, practicar el movimiento consciente, la respiración consciente, la comunicación consciente, el mindfulness, pero sin tener que aislarnos a una sala aparte, dedicando un tiempo aparte, sino practicándolo en las reuniones, en las llamadas, a la hora de contactar con clientes y proveedores etc

¿Te imaginas? No estamos hablando de poner ni futbolines, ni gimnasios, ni de contratar entrenadores personales de yoga y pilates o lo que sea… que también puede estar muy bien siempre y cuando a las personas les alcancen las horas.

Hablamos de crear una cultura auténticamente saludable, de integrar conciencia, atención plena y escucha activa, entre otras,  a la hora de atender a clientes, de trabajar con el equipo un proyecto, en las reuniones, a la hora de comunicarnos con otros departamentos... Practicar la postura y las respiraciones a la hora de trabajar, de reunirnos. Espacios cero teléfono,  mindfulness practicado en movimiento (caminando, comiendo) etc

De este modo  a la hora de terminar el trabajo la sensaciones pueden ser de alivio y de ligereza que proporcionan el hecho de haber completado algunas de esas rutinas en situaciones reales y muy prácticas.  Además, suma el hecho de que al hacerlas  de manera integrada en lo cotidiano cada vez cuestan menos de practicar y nos van proporcionando mejores resultados.

Ciertamente las empresas contribuyen de manera importante a la vida saludable de sus empleados, cuidando el tema nutricional en el caso de que haya comedor/cantina, habilitando espacios para hacer sesiones de ejercicio o incluso un gimnasio y entrenadores personales, charlas etc., Pero todo esto requiere de recursos y tiempo y no hay que olvidar que el bienestar personal no se centra del todo en la alimentación y el ejercicio. Muchas veces es del todo insuficiente porque el ser humano se alimenta y vive de otras cosas.

Como dice Hiromi Shinya, cirujano precursor de la colonoscopia a nivel mundial gracias a quien millones de personas evitan un cáncer de próstata o son operados con éxito:

“ Recuerda que una vida feliz y llena de significado es el camino natural para llegar a la salud del ser humano. El entusiasmo lleno de alegría, más que seguir una dieta, es fundamental para hacer que la enzima prodigiosa funcione a tu favor” Hiromi Shinya (cirujano precursor de la colonoscopia)

“Crear un cultura saludable pasa también por integrar dinámicas de trabajo y de relaciones mucho más conscientes, no solo respetuosas pero sobre todo inclusivas y enriquecedoras” Propósito & Compromiso