El 'quiet quitting': lo justo y necesario

'La gran renuncia' y el 'quiet quitting' llegan a España tras hacer tambalear el mercado laboral en los EEUU

Redacción
Editorial
08 de Septiembre de 2022
'Quiet quitting' y trabajo

Modas, tendencias, productos, eventos y ahora conceptos e ideas. Eso es lo son capaces de viralizar las redes sociales gracias al gran poder que ejercen. Con la llegada de septiembre y la vuelta a la rutina, hemos podido ver como en Twitter se han posicionado como 'Trending Topics' algunos conceptos que intentaban animar y hacer más llevadero el regreso al trabajo (dentro de lo que cabe, a todos nos cuesta tras las vacaciones). Como no, entre algún comentario y reflexión motivadora y alentadora, se cuela en tu timeline alguno que alude y consigue despertar a tu desgana y al pesimismo, y que puede hacer replantearte tu presente y tu futuro. Algo así que nos recuerda a un término, para muchos desconocido, y que su origen viene de ‘Estados Unidos’ y su sombra llega ahora a España: ‘La gran renuncia’.

No quiero renunciar a lo que me merezco

‘La Gran Renuncia’ o ‘Gran Resignación’ como la da a conocer Forbes en su artículo, hace referencia al lento, pero incesante, goteo de trabajadores estadounidenses que decidieron renunciar a sus trabajos de manera voluntaria,  desde que la pandemia dejó de ser el centro de atención de nuestras vidas. Para muchos de estos trabajadores, la pandemia representó su punto de inflexión. Pararlo todo, tener tiempo, abandonar su rutina habitual, les llevó a hacerse preguntas casi existenciales que hicieron que sus metas y objetivos se replanteasen. ¿Estoy dedicando mi vida a lo qué realmente quiero y me apasiona?, ¿Compensa un buen salario por un trabajo y un entorno en el que no me siento feliz ni satisfecho? Esto hizo que muchos jóvenes (y también adultos) reconsideraran sus ambiciones, revisaran sus propósitos de vida e hicieran un pequeño 'stop' en sus vidas que les ayudara a tomar decisiones, que para sus vidas pueden llegar a ser transcendentales.

Según datos extraídos de la Oficina de estadísticas Laborales de Estados Unidos, en noviembre de 2021, se alcanzó un récord histórico cuando se firmó la cifra de 4,5 millones. 4,5 millones de estadounidenses decidieron dejar sus trabajos ese mismo mes voluntariamente. ¿Los motivos? Pueden conocerse gracias a una investigación elaborada por Pew Research Center aunque seguramente, estemos pensando en los mismos y no nos sorprenderán: la mayoría de estadounidenses decidieron finalizar su relación contractual con sus compañías a causa de los bajos salarios, la falta de oportunidades de ascenso y porque se sentían irrespetados o ninguneados en el trabajo.

Pero este, era el caso de Estados Unidos, pero… ¿Cómo está el mercado laboral en España? Obviamente, no se llega a los niveles de Estados Unidos. Solamente somos unos cientos de millones de personas menos.  Además, el mercado laboral, por suerte, es más estable en España que en 'el país de las oportunidades'. Aún así, según señalan los informes de la Seguridad Social, en lo que va de año, 30.000 personas han abandonado su empleo de forma voluntaria.  Además,los últimos resultados cotejados en la Guía Hays del Mercado Laboral 2022, el 77% de los españoles cambiarían de empleo si pudieran, y el 68% de ellos confiesa que busca trabajo de forma activa aún estando trabajando en su empresa.  De estos 30.000 españoles, la mayoría de estas renuncias de empleo es llevada a cabo por parte de los millenials (de los 30 a los 45 años). 

Lo justo y necesario

Y mientras algunos dan el paso, se envalentonan y dejan sus trabajos para probar su suerte, y emprender un nuevo camino con aires diferentes (con la esperanza de que sean más frescos) y más afines a sus preferencias, otros, se mantienen en el ‘quiet quitting’. Esta expresión ya cuenta con su propio significado en el Urban Dictionary, y acoge dos acepciones:

  1. “Cuando continuas en tu trabajo de manera presencial pero mentalmente te alejas y haces lo mínimo imprescindible para seguir adelante.”
  2. “Término creado por las compañías para hacer referencia a los empleados que desempeñan las tareas que definen su contrato laboral. Típicamente usado para avergonzarlos.”

En otras palabras: hacer acto de presencia en la oficina, cumplir con tus obligaciones y poco más. El trabajador no tiene ningún sentimiento de pertinencia hacia la compañía y no desarrolla ningún tipo de actitud positiva por su empresa. El ‘quiet quitting’ (o como se ha traducido al castellano, ‘renuncia silenciosa’) ha adquirido popularidad en TikTok, plataforma en la que los creadores de contenido suben breves videos haciendo 'mofa' sobre el tema, que algunos han categorizado como ‘despido silencioso’.

Dejando de lado los vídeos que buscan un par de ‘likes’ en redes sociales y lucrarse con el tema, existen dos puntos de vista totalmente opuestos: los que defienden el ‘quiet quitting’, alegando que en realidad, el cuál se centra en la defensa del trabajador, bajo la premisa de que el trabajo no puede condicionar la manera de vivir del trabajador, y luego la otra cara de la moneda: los que piensan que es falta de ambición, y especialmente, señalan a los jóvenes. Los defensores de esta nueva corriente creen que es una manera para cuidarse contra el estrés. Desde el punto de vista de algunos expertos, consideran este comportamiento como “un mecanismo de afrontamiento para abordar la probabilidad de agotamiento y exceso de trabajo crónico”, e incluso, creen que puede llegar a ser beneficioso para que el propio trabajador adquiera autoconfianza y sepa delimitar los límites de su jornada laboral.

Lo que está claro es que las empresas deben ser capaces de adaptarse al nuevo entorno que nos dejó el COVID-19 tras su paso. Los trabajadores quieren flexibilidad en sus nuevos puestos de empleo, y esto, es una de las razones por las que deciden dejar atrás la estabilidad económica que les brinda su antigua empresa a cambio de una jornadas más flexibles. Según el informe de Microsoft 'The work trend index' de 2021, el 73% de los empleados quiere opciones de trabajo en remoto flexible Las compañías deben comprometerse a ofrecer una conciliación familiar de calidad, una formación a sus empleados que les permita hacerse sentir válidos y con nuevos retos de manera periódica.

Este nuevo escenario supone un nuevo reto para las empresas como es el de retener al trabajador, porque sin el talento de las personas toda organización carecerá de sentido. Las empresas deben esforzarse y trabajar duro para conseguir establecer una relación de calidad con sus trabajadores, para que este, acabe desarrollando una empatía hacia la organización, y sienta a la empresa como suya.