Estos meses he sido testigo privilegiado muy de cerca de cómo es el proceso de incorporación al mundo laboral de un joven no tan joven, super preparado, tanto a nivel académico como práctico. Un joven que ha realizado por su cuenta y emprendimiento diferentes proyectos por su cuenta al margen de la universidad para tener experiencia real previa a su incorporación al mundo laboral, con algún premio y reconocimientos, con idiomas y una persona con valores, etc.

Dejémoslo aquí, para no seguir.

Después de  los casi 50 envíos de CV y cartas de presentación totalmente personalizadas, de un perfil en Linkedin muy depurado y trabajado, de haber hecho otros tantos contactos vía Linkedin y también de forma directa con directivos de las empresas, sólo las 5 empresas más potentes, importantes y/o más referentes en su sector le contestaron.

¿Y sabes qué?

Que además lo hicieron de una forma brillante, personalizada, cogiendo el teléfono y dando orientaciones y facilidades para que encontrara trabajo en otras empresas que quizás sí tenían posiciones abiertas. Incluso sin tener una posición abierta se brindaron a una reunión presencial. Digo yo que sería para explorar y conocer de cerca el talento.

De entre las empresas más pequeñas y menos conocidas, muy excepcionalmente algunas de ellas respondieron personalizadamente o incluso llamaron directamente para agradecerle la candidatura y el tiempo que se tomó para prepararla, a pesar de no tener una plaza abierta.

Otras 40 empresas, muchas de ellas con anuncios publicados para una vacante, hasta la fecha no han contestado ni reaccionado a los correos donde el joven les preguntaba si habían recibido la información. En muchos de estos casos el envío del CV era en respuesta a anuncios y que debían ser contestados vía la misma Web de la empresa.  A lo sumo recibió algunos emails automatizados diciendo que habían recibido la respuesta y que se pondrían en contacto con él, sin especificar ni fechas ni plazos, y a continuación lo incumplieron.

Entonces uno piensa: “claro, es lógico, existe una correlación perfecta entre imagen de marca, ser referente en un mercado, ser objeto del deseo de los candidatos y el trato que dispensan a las personas. Es increíblemente mágico y sorprendente”

Lógicamente ahora este joven tiene a esas 5 empresas en el radar como objetivos muy apetecibles. Y ahora mismo le costaría bastante resignarse y pensar en trabajar para las otras 40. Si acaso piensa que si en un futuro, en caso de mucha necesidad o si le contactaran estas empresas, les exigiría mucho más.

Esa es la importancia radical de cómo las empresas desde dentro tratamos a los que buscan trabajo y además hacen un esfuerzo y un muy buen trabajo personalizado. No hablamos de un envío masificado de CVs y de cartas de presentación, sino de los que invierten tiempo indagando primero sobre las empresas, las personas que hay detrás, los valores de la empresa y finalmente escriben y después no merecen ni una llamada o respuesta personalizada.

No contestar no puede ser una cuestión de falta de tiempo. En este caso práctico las empresas que respondieron de forma brillante eran las empresas más relevantes del sector.

¿Un caso entre cientos? Me consta que no, ni mucho menos. Circunstancialmente también viví hace meses el caso de mi hija, que fue parecido. 35 y pico CVs y cartas personalizadas.

También llegó casi a asumir que lo normal es que las empresas no contesten. Pero se rebeló hasta el final y lo consiguió.

Poner luz y foco sobre cómo tratamos los procesos de captación de talento es una parte importantísima de la imagen de marca de las empresas, además de tener un impacto muy positivo en su entorno, ahora que tanto está de moda hablar de los objetivos ODS.

Porque estamos hablando de personas y los ODS hablan de bienestar de la persona, no solo de clima, plástico, paz o sostenibilidad. Cuando las personas están bien, su impacto en el entorno será positivo y con eso ayudan a los otros 16 ODS. 

Llega un momento en que pareciera como si parte de las empresas se hayan tomado lo de los ODS como objeto de mercantilización. Nada más lejano de la esencia de lo que son y debe ser.

El tiempo dirá qué sucede con esas inconsistencias y con esas empresas.