Cosmética sólida... ¿La nueva tendencia?

Su uso se remonta a décadas atrás. Hace ya muchos años que la utilizamos en forma de pastillas de jabón, maquillaje en polvo, barras de labios o incluso sticks desodorantes

13 de Noviembre de 2024
Cosmética sólida

En los últimos años la cosmética sólida ha emergido como una tendencia significativa en la industria de la belleza, no como una moda pasajera sino como una respuesta a la creciente demanda de productos responsables y sostenibles.

Pero, al contrario de lo que pensamos, la cosmética sólida no es una innovación. Su uso se remonta a décadas atrás. Hace ya muchos años que la utilizamos en forma de pastillas de jabón, maquillaje en polvo, barras de labios o incluso sticks desodorantes.

Un marco normativo en evolución

El contexto actual de la cosmética sólida se ve influenciado por dos nuevas reglamentaciones que tienen como objetivo reducir la fabricación y el consumo de plásticos de un sólo uso.

El Real Decreto de Envases y Residuos de Envases (RD 1055/2022) establece un nuevo marco jurídico para prevenir y reducir el impacto de los envases y sus residuos en el medio ambiente, fomentando la economía circular. Tiene un objetivo muy ambicioso: conseguir que todos los envases puestos en el mercado sean 100% reciclables en 2030, y siempre que sea posible reutilizables.

Además, la implementación de un impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables, que entró en vigor en enero de 2023, penaliza a las industrias con un costo de 0,45€ por kg de plástico no reciclado puesto en el mercado. Estas regulaciones están impulsando a las empresas a reconsiderar sus prácticas de producción y envasado, favoreciendo alternativas más sostenibles como la cosmética sólida.

Beneficios cosmética sólida

Uno de los principales atractivos de la cosmética sólida es su capacidad para reducir la huella hídrica y la huella de CO2. Al contener proporciones muy bajas de agua, estos productos no sólo son más concentrados, sino que también permiten reducir el tamaño de los envases, lo que a su vez disminuye el volumen de almacenamiento y transporte. Esto se traduce en una menor emisión de gases de efecto invernadero durante el proceso logístico.

Un dato interesante a aportar a favor de la cosmética sólida es que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) calcula que para 2050 el 55% de la población sufrirá estrés hídrico, es decir, que la demanda de agua será más alta que la cantidad disponible. En este contexto, la cosmética sólida se presenta como una solución viable para mitigar el uso excesivo de agua en la producción de productos cosméticos.

Además, la duración de los cosméticos sólidos, como champús y geles, suele ser tres veces superior a la de sus equivalentes líquidos. Aunque el costo inicial de los cosméticos sólidos puede parecer más elevado, su mayor durabilidad y la calidad de los ingredientes utilizados, como mantecas y aceites, ofrecen una mejor relación calidad-precio a largo plazo. Por ejemplo, un champú líquido tiene una composición mayoritariamente de agua, mientras que las pastillas sólidas contienen un mayor porcentaje de ingredientes más caros de obtener, lo que justifica su precio.

Desafíos en la producción

A pesar de sus ventajas, la producción de cosméticos sólidos presenta ciertos desafíos. La adaptación de procesos e instalaciones es crucial para manejar estos nuevos formatos. Por ejemplo, el envasado de algunos cosméticos sólidos debe realizarse en caliente y con agitación continua, para posteriormente ser enfriados y que adopten la forma deseada.

Esto que requiere un control riguroso para asegurar que el producto mantenga su estabilidad durante su vida útil. Además, es fundamental garantizar la seguridad microbiológica del producto hasta el final de su ciclo de vida.

En el caso concreto de cosmética facial, donde las emulsiones son el formato tradicional, las alternativas sólidas se enfrentan a un cambio radical de composición que influye directamente en la textura del producto. Debe conseguirse un acabado no graso y una extensibilidad adecuada (que conllevan un punto de fusión y dureza concretos).

La Demanda del Consumidor

Los consumidores actuales están cada vez más informados y son más exigentes en cuanto a la sostenibilidad de los productos que eligen. La cosmética sólida se alinea perfectamente con esta tendencia, ofreciendo una alternativa que no sólo es efectiva, sino también responsable. La industria cosmética debe adaptarse a esta nueva realidad, innovando y reformulando productos para satisfacer las expectativas de un mercado en constante evolución.

Conclusión

La cosmética sólida no es solo una tendencia; es un movimiento hacia una industria más sostenible y consciente. Con regulaciones que fomentan la economía circular y un consumidor que demanda productos responsables, la cosmética sólida se posiciona como una solución viable y atractiva. A medida que la industria continúa evolucionando, es esencial que los profesionales del sector se mantengan informados y se adapten a estos cambios, asegurando que la cosmética del futuro sea tanto efectiva como respetuosa con el medio ambiente.

En resumen, la cosmética sólida representa una oportunidad única para la industria cosmética de liderar el camino hacia un futuro más sostenible, donde la belleza y la responsabilidad ambiental coexistan en perfecta armonía.