Radiografía del 'nuevo' y 'antiguo' consumidor de medicina estética

Hace unos días, saltaba la noticia en algunos medios generalistas que, explicaba que el consumidor joven que mantiene su primera interacción con la medicina estética a una edad cada vez más temprana a medida que avanza el tiempo. Quizás, no sorprende demasiado en un mundo en el que la sociedad es más exigente en todos los aspectos. Solo hay que fijarse en el e-commerce. Un ejemplo de ello, es el aumento de usuarios que se unen por ejemplo a Amazon Prime por la inmediatez que esto significa en los plazos de entrega, ¿Lo quieres para mañana? Bueno, si tienes suerte, lo puedes tener el mismo día en el que realices el pedido antes de las 19:00h. Parece que esto no tiene nada que ver con el tema a tratar, pero lo cierto es que sí. Exigimos a los demás, y también nos lo exigimos a nosotros mismos. Exigimos tener el mejor aspecto posible y no nos conformamos con menos.El 20 de septiembre, la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), publicaba el 'Estudio dimensionamiento e impacto socioeconómico de la Medicina Estética en España' en el que se extraían algunos datos destacables. En 2021, se realizaron cerca de 900.000 tratamientos médico-estéticos. De estos casi 900.000 tratamientos (para ser exactos, 871.525), un 72% fueron tratamientos faciales, un 22% corporales y el 6% eran dedicados a la materia capilar. En ese 72% de tratamientos faciales, el 42% correspondían a la inyección de toxina botulínica, popularmente conocido como el botox, el 32% a ácido hialurónico, y el 20% era para mejorar la calidad de la piel."El ácido hialurónico es el rey de la medicina estética"Uno de los tratamientos que se encuentra en auge durante los últimos años, es el ácido hialurónico. Así nos lo explica María Cudeiro, CEO de Croma: "Casi el 50% de los tratamientos faciales más demandados se basan en la revitalización facial y los rellenos de ácido hialurónico. El ácido hialurónico es sin duda el rey de la medicina estética, primero por la seguridad que nos proporciona, ya que es un principio activo que nosotros tenemos en nuestro organismo, principalmente en la piel, y que con la edad perdemos la capacidad de producir. Y por otro lado, tenemos varias presentaciones de ácido hialurónico; puede ser en serum, en mascarilla y también en inyectables, estos últimos son los más versátiles, la revitalización facial con ácido hialurónico sin reticular es el más efectivo para para lucir una piel hidratada y jugosa, el relleno de labios con ácido hialurónico y la mejora de los contornos faciales lo conseguimos con un ácido hialurónico más denso que permite su integración de manera natural en nuestro rostro."El target más joven se adentra en la medicina estéticaDesde el estudio elaborado por el SEME apuntan a que cada vez la edad en la que los jóvenes se interesan por un tratamiento relacionado con la medicina estética, es cada vez más temprana. "Hace unos años la edad media de entrada a la medicina estética era de 35 años. Ahora, jóvenes de 20 y poco acceden principalmente para rellenos de ácido hialurónico en labios y toxina butolínica" indican en el informe. Y aunque el hombre, cada vez se acerca más y se preocupa por su imagen, la mujer sigue siendo la principal consumidora de estos tratamientos: "El consumidor es cada vez más joven, los últimos datos de la Sociedad Española de Medicina Estética dicen que el primer tratamiento se realiza alrededor de los 20 años. Las mujeres siguen siendo las principales consumidoras de medicina estética, siendo el 72% del total de los pacientes, aunque es verdad que cada vez son más los hombres que se animan a cuidarse." Aclara María Cudeiro.Las redes sociales tienen un peso importante en este rejuvenicimiento del perfil del consumidor. Especialmente desde que en las plataformas más usadas por los jóvenes, Instagram y TikTok, hayan incorporado filtros que modifican los rasgos faciales de quiénes lo usan. "Desde luego las redes sociales, influencers, celebrities y personalidades varias que cuentan sus experiencias hacen que el interés crezca, y gracias a los diferentes canales las podemos ver en directo" comenta Cudeiro de Croma. Carles Font, de mesoestetic, también ha confirmado que ha notado como el interés de los jóvenes en realizarse este tipo de intervenciones también ha crecido: "Tenemos detectado que el target de cliente empieza a partir de los 25-27, evidentemente, en muchos casos la introducción puede ser más temprana si está vinculado al consumo de productos/tratamientos anti-acné pero, en general, nos moveríamos en una iniciación de 25-27 años. Está claro que las influencers pueden ser un factor determinante en estas nuevas pautas de consumo pero no son las únicas. Hay que tener en cuenta que nos encontramos, cada vez más, delante de un consumidor mucho más informado, por lo que entiende la importancia de la prevención". Sergio Fernández, vicepresidente segundo de SEME ha apuntado que estos filtros, han despertado 'nuevas necesidades' en los pacientes más jóvenes. Un ejemplo de ello en Europa, es que el pasado febrero de 2021, Reino Unido prohibió que las influencers y marca utilizaran filtros de belleza sin informarlo porque consideraban que difundían una imagen de belleza falsa. Storie de Instagram de la influencer Susana Bicho Parece ser que los más jóvenes, acostumbrados a un mundo donde prima la inmediatez, la buscan también en su apariencia física. Por ello, tal como nos cuenta Font, sus favoritos son los denominados como un "tratamiento 'flash'" y se inclinan por aquellos tratamientos iluminadores, preventivos o protectores para retardar la aparición de los primeros signos de edad y que aparezcan lo más tarde posible. "Hoy en día el nuevo "tatoo" de los 25 años es el relleno de ácido hialurónico en labios. Los tratamientos se han normalizado gracias a la visibilidad y el acceso a la información que tenemos en redes sociales, la población lo ha incluido como una rutina más de sus cuidados personales y de belleza" explica María Cudeiro.La medicina estética para destacar lo natural Carles Font desde 'mesoestetic' ha destacado que la tendencia que había anteriormente en el que el consumidor buscaba "tapar" a toda costa todas sus imperfecciones, está desapareciendo: "hemos ido viendo como esa tendencia se ha quedado en el pasado ya que muchos clientes intentan evitar, cada vez más, su paso por el quirófano (a menos que sea inevitable). Cada vez hay más tendencia por un envejecimiento más natural y a unos tratamientos con unos tiempos de recuperación mucho más cortos. De este modo, se están cambiando muchas cirugías puntuales con postoperatorios largos por tratamientos más frecuentes pero con menor afectación en su día a día."Desde Croma, nos hablan también de la belleza natural y sobre la evolución de la demanda según la edad del consumidor: "La primera premisa que debemos tener en cuenta; La medicina estética bien hecha no se ve, solamente la que está mal hecha. En un paciente de 20 años estamos buscando potenciar nuestra belleza natural, podemos incluso modificar algún defecto sin pasar por quirófano, como puede ser la nariz o un labio muy fino. En las pacientes a partir de los 30 años empezamos a tratar la calidad de la piel, a revitalizar, la vida se nos empieza a complicar entonces, y solemos quejarnos de aparentar un aspecto cansado incluso a veces triste, que podemos revertir con tratamientos específicos. A partir de los 40 debemos trabajar las estructuras faciales, ya que el envejecimiento conlleva la pérdida de masa ósea, y de contenido graso, lo cual nos produce flacidez.""La medicina estética bien hecha no se ve, solamente la que está mal hecha"En el informe elaborado por el SEME, destacan una conclusión que les hacen llegar los consumidores: "No perseguimos más años de vida, sino más años de calidad de vida", por ello, a nivel general se busca una belleza natural y temporal, que no sea demasiado perceptible para el entorno del consumidor.Al alcance de todos La demanda de la medicina estética no cesa. La facturación del sector alcanzó los 2.660 millones de euros en 2020, solo un 5% menos que en 2019, cuando aún no imaginábamos lo que estaba por venir el año siguiente. Lo que está claro, es que la pandemia lejos de ser un inconveniente para realizarse cualquier intervención o tratamiento, fue un detonante, ya que se dispararon las demandas especialmente de los procedimientos médicos relacionados con labios y ojos.Como se expone en el diario 'El País', para muchos consumidores de medicina estética, hacer frente a estos tratamientos supone como asumir una cuota más en su gasto mensual. Pero, lo cierto, es que su coste es mucho más bajo que en años anteriores, por lo que, se podría decir que estamos viviendo una 'democratización' de esta rama de la medicina, ya que de media, puede costar entre 300 y 500 euros.

Radiografía del 'nuevo' y 'antiguo' consumidor de medicina estética

Los más jóvenes se realizan cada vez más temprano su primer tratamiento, y los adultos buscan una belleza natural sin exuberaciones