En apenas 3 años, la generación z y los millenials serán el 45% de los consumidores de lujo. Es decir, casi la mitad. Y esto es algo que preocupa al sector del lujo, especialmente, al chino. En China, este segmento de edad supone el segundo mayor grupo de población y por ello tratan de buscar formas de atraerlos para fomentar su consumo.
Tal y como se ha publicado recientemente en la agencia de noticias francesa, Reuters, la generación Z podría ser un problema futuro para el consumo y la comercialización del lujo. Gregory Boutte, Chieff Client y Digital Officer del grupo Kering, los adultos jóvenes (así se denomina a la actual gen z) suponen un factor muy grande e importante en el crecimiento del consumo del lujo en la última década.
Esta preocupación viene principalmente porque esta semana ha saltado la alarma en China: los últimos datos reflejan una importante desaceleración en su economía que afecta de lleno a la economía y al estilo de vida nacidos entre 1996 y 2012. Y aunque en el resto del mundo lo que ha generado incertidumbre a estos adultos jóvenes ha sido la subida de precios y el aumento de la inflación, el motivo en China es diferente: la alta tasa de desempleo juvenil. El impacto de las aún recurrentes cuarentenas y confinamientos de la población ha hecho que en el pasado mes de julio el país chino alcanzara casi un 20% de parados de jóvenes de entre 16 y 24 años, y obviamente, sin dinero, no hay consumo, y mucho menos de artículos y bienes de lujo.
Por ello, resulta una incógnita cómo va a reaccionar el sector del lujo chino ante este reciente revés. Lo que sí es cierto, es que en un estudio elaborado por Oliver Wyman, confirmó que las expectativas del consumo del lujo en china estaban en un proceso de decrecimiento y que no se detectan signos de recuperación en este año.
Pero en el resto del mundo, como hemos dicho, lo que cambia la forma de consumir de los jóvenes y los que les hace ser más escépticos a la hora de comprar bienes lujosos es la subida de precios propiciada por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y la crisis de suministros. No quiere decir que esto no les gusten o que prefieran otras opciones, simplemente, se ven obligados a posponerlos o a guardarlos en su wishlist (en ocasiones imaginaria y que acaban olvidando cuando encuentran una opción más asequible y económica). Algunos como Burberry, ya ha afirmado que alguno de sus productos marcados en 'top sales' empiezan a desvanecerse porque no acaban de encajar con las preferencias y gustos que poseen hoy en día los jóvenes de la generación z.
Innovación y progreso: la cuestión a la que deben hacer frentes las principales firmas
Para no quedarse atrás y atraer a la Gen Z hacia el sector del lujo las marcas necesitan proponerse retos muy ambiciosos. Y de hecho, algunas ya lo están consiguiendo a través del metaverso y también con la creación de nuevos artículos de lujo basado en la línea de accesorios y complementos, como son las fundas de móviles, algo que hoy en día es prácticamente un bien indispensable para los jóvenes y millenilals. En el caso del metaverso, podemos observar como Gucci, la marca de moda italiana de lujo, sacó en 2021 Virtual 25, unas zapatillas digitales diseñadas únicamente para un espacio virtual. Se asoció con Wanna y lanzó sus primeras zapatillas de realidad virtual aumentada que cuestan 17,99 dólares.
El consumo de lujo de segunda mano
Esta es una de las tendencias que se ha impulsado con fuerza en el mercado en este año: según indica fundssociety, el comercio de segunda mano se situó en una media de 35% consumidores en el pasado 2021. Por ello, se ha incrementado el uso de apps y webs en las que se pueden encontrar prendas de moda de marcas de lujo, así como artículos de joyeria. Vestiaire Collective, HEWI London, The RealReal, Bagista o Rebelle son algunas que de las plataformas donde compradores y vendedores de lujo se reunen para adquirir estos bienes tan preciados de segunda mano.
En elEconomista.es, un artículo del año pasado, publicaron que según previsiones ofrecidas por Altagamma, en el 2021, el mercado de segunda mano llegaría a absorber hasta 31.000 millones de euros, lo que suponía un incremento del 12% respecto a 2019.