El sector del Bienestar es un sector en crecimiento que ha salido fortalecido tras la pandemia. Cuidado personal y belleza, la nutrición saludable, la actividad física, la nutricosmética, la salud mental, la actividad de spas y termal o incluso el turismo de bienestar y el bienestar en el lugar de trabajo o la construcción sostenible son actividades que han experimentado un crecimiento muy relevante en los últimos años.
En las sociedades desarrolladas, la preocupación por una mejor calidad de vida y una salud óptima tanto física como mental nos lleva a la búsqueda de un bienestar superior, integral.
¿Cuáles serían algunas de las tendencias que vemos para el 2024 y/o los años que van a venir?
- Revertir el envejecimiento. Pasamos del anti-age, al well-age y ahora la nueva tendencia es la búsqueda de “revertir” el envejecimiento, tratarlo como algo que se puede restituir, una preocupación e interés de algunos estudios, libros y empresas hoy en día. Con una población que tiende a vivir cada vez más y aspira a hacerlo en las mejores condiciones de vida posibles este tema va a despertar mucho interés y posibilidades.
- La importancia de mantener una buena musculatura. El cardio fue protagonista del fitness durante mucho tiempo. Nos fijábamos mucho en las calorías quemadas por hora y ese parecía ser el objetivo principal. Ahora, potenciar la musculatura es un objetivo para todas las edades. Las mujeres también hemos perdido el miedo a las pesas y su relación con una mejor calidad de vida e incluso un mejor envejecimiento son muy claras. Buscaremos el equilibrio en trabajar movilidad, elasticidad, capacidad cardiovascular y respiratoria y fuerza. Combatiremos el sedentarismo con actividades grupales e individuales y este es o será un aspecto fundamental de nuestro día.
- La alimentación equilibrada y personalizada. Las dietas restrictivas que no pueden ser seguidas en el largo plazo pierden protagonismo – por suerte - frente a dietas equilibradas en las que el consumidor está muy informado de los valores nutricionales y los ingredientes de cada alimento. Gracias a tests de ADN o de epigenética y un análisis del estilo de vida, preferencias y condición de la persona, se diseñarán dietas que podrán tener un valor preventivo fundamental. El consumidor es experto y la nutrición es un tema de debate e incluso polémica.
- Preocupación por la salud mental. Sin duda, tras la pandemia, es la gran protagonista en materia de salud. Acudir al psicólogo ya no es un tabú y la gestión emocional es una pieza fundamental de la educación y el bienestar. Forma parte de nuestro vocabulario y día a día. El reto es no confundir a la población con la gran cantidad de personas ofreciendo contenido sobre este temas, no todas ellas con el conocimiento necesario.
- Búsqueda del equilibrio y la salud integral. La salud se concibe como un todo y vemos nuestro bienestar como un equilibrio de partes. No tomamos decisiones aisladas para mejorar determinados aspectos, buscamos hacer cosas que nos ayuden a alcanzar el bienestar en todo lo que hacemos, de forma integral.
- Viajes para buscar el bienestar en su lugar de origen. Las nuevas generaciones están priorizando el viajar, conocer nuevos sitios e incluso trabajar desde otras localizaciones. Es un factor clave de bienestar en especial para unos jóvenes que ven difícil el acceso a la vivienda y otros aspectos que antes concentraban todo el ahorro e interés. Queremos probar in situ aquella gastronomía, tratamientos y todo lo que hemos visto en la distancia. Experimentar y vivir en directo – y contarlo en redes- es fundamental para muchos y en especial los jóvenes.
- Sostenibilidad y ecología en todos los sectores. El cambio climático, más evidente cada vez y más rápido de lo que imaginábamos está presente en las nuevas formas de consumo. La viabilidad del planeta que habitamos y nuestra existencia depende de que tomemos medidas. Las marcas cambian sus productos, pero también sus valores. La sostenibilidad forma parte de la manera de entender el propio negocio y valores de las empresas.
- Personalización. Cosmética y tratamientos tailor-made, a la medida de cada consumidor. Porque cada uno es diferente. Esta diferencia es fundamental para obtener mejores resultados, ya sea en nutrición, cosmética y en otro tipo de tratamientos.
- Inclusión y diversidad. La diversidad es protagonista y debe formar parte de la empresa. Esto se refleja tanto en productos especialmente diseñados y pensados para colectivos específicos como puede ser el LGTBIQ++, como en productos genderless, sin género, que incluyen a todos y no diferencian desde su propia concepción.
- Nutricosmética, nutraceútica y biotecnología. Su base es la prevención y la búsqueda del bienestar exterior, pero, sobre todo interior. La combinación perfecta entre salud y nutrición. Somos lo que comemos es una frase que cada vez cobra más sentido y es más real.
El cuidado personal de forma integral, tanto interior como exterior, será lo que más busquemos en los próximos años. Queremos sentirnos bien y conseguir mejorar nuestra calidad de vida en cada uno de los aspectos y espacios en los que nos movemos.